"Somos una pareja germano-latinoamericana. Ambos hablamos español pero, por supuesto, somos extranjeros y aparentamos serlo. Esta podría ser la razón por la que intentaron "un truco especial con nosotros" para decirlo de manera educada. Pedimos arroz a banda, un plato típico valenciano. Para pasar el tiempo de preparación, también pedimos sepia a la plancha y una ensalada verde. La ensalada verde no estaba fresca y más bien marchita. Rechazamos comerla. En cuanto a la sepia, nos trajeron algo cuadrado y muy blanco, del tamaño de un iPad mini y una pulgada de grosor. Nos sorprendió un poco y probamos ese extraño plato. No sabía a sepia y no sabía bien. Cuando le preguntamos al camarero qué era, nos dijo que era sepia. Ante nuestra respuesta de que habíamos comido sepia a la plancha unos días antes en otro restaurante, el camarero nos dijo que probablemente habíamos comido "sepionet", es decir, "sepia pequeña". El camarero nos mostró en su teléfono inteligente fotos de "sepionets" de Google. Por supuesto, parecían sepia normal, especialmente porque en una foto no se puede ver su tamaño real. Nos dijo que lo que nos habían servido era sepia real y afortunadamente se llevó ese plato cuadrado. El arroz a banda no estaba genial pero estaba bien. El camarero fue amable y no nos cobró la ensalada y el potón. Al día siguiente fuimos al supermercado (Consum). Allí, en el mostrador de pescado, vimos de nuevo esos cuadrados extraños y blancos y había una etiqueta con el nombre "potón". Estaba al lado de las "sepias". El precio del "potón" era la mitad del precio de la "sepia". Le pregunté a la vendedora si el "potón" sería lo mismo o similar a la "sepia" a lo que ella dijo que el potón era mucho menos sabroso y una especie muy diferente."
