"Ver algunas de las opiniones te hace querer no ir pero luego te das cuenta de que la gente piensa que está en un restaurante de michelín y quiere pagar lo más mínimo posible. para empezar, puedes sentarte donde quieras, no donde te digan, y luego los precios de las nubes. porque están claramente colocados en la pared el precio de la bebida y por nada están devorados. Nos comimos las papas arrugadas y dicen que son las peores en la isla. porque no son ni lo mejor ni lo peor, la ración muy generosa en comparación con otros lugares y nos trajeron más salsa (nada que en otros lugares no) la atención de la señora de 10, incluso al terminar las papas y las langostas nos cambiaron de plato y cubierto aunque no era necesario, un gesto para agradecer. Comimos patatas, langostas, rabia, pan y postre casero muy rico y café generoso incluso trayéndonos leche fría. beber las dos aguas en resumen si durante 58€ parece caro para la gente no ir al sur de la isla porque entonces si no regresan. Veo en las críticas mucho “pequeño”. sólo para la atención de la señora, el lugar (pequeño que hoy llovió) y calidad de relación / precio si vale la pena ir."