"Me detuve a comer con la intención de pedir un par de tapas, pero la camarera me ofreció algunas sugerencias. Me sorprendió, sin embargo, el precio al que me cobraron: 16,50 € por un plato con patatas, un trozo de presa, un huevo frito y algunos pimientos. Y yo, vestido con ropa de trabajo, botas y demás... ¿me ofreces eso? ¡Qué pandilla de chanchulleros! Justo al lado, en la venta, tienes sugerencias por 5 euros. He perdido un cliente, vaya."