"Me llevaron a Llavall por un amigo que vive en Tarrega. Las tapas eran excelentes y justo lo que queríamos una noche Kate. Elegimos una cerveza y un vino tinto de la casa, servido en una antigua botella de whiskey. Para las tapas pedimos pan frotado con tomate, ajo y aceite, coronado con un poco de anchoa, bacalao servido frío con aceite y chipirones. Todos estaban realmente deliciosos y se sirvieron muy rápido y frescos. Fuera de lo común pero vale la pena buscarlo."