"Al visitar Roncesvalles, estábamos buscando un restaurante donde pudiéramos comer con nuestro perro. Nos acercamos a probar suerte en este restaurante debido a las reseñas, y fue un acierto. No aceptan reservas en agosto, pero llegamos temprano, alrededor de la 1 pm, y nos dieron una mesa dentro donde pudimos comer con nuestro perro. Disfrutamos de un excelente entrecot que compartimos entre tres y nos salió a buen precio. También recomiendo la ensalada de queso de cabra, súper bien sazonada y refrescante. Y para culminar, unos deliciosos postres caseros; probamos el tiramisú y la tarta de queso. Comimos a la carta, y nos costó poco más de 42 € por persona. Muy recomendable si estás en la zona."