"Qué lástima que un establecimiento que era un punto de referencia se convierta en un mal restaurante ordinario. Comenzamos con cuando llegamos y reservamos una mesa a la (1:30 p.m. para las 3:00 p.m. preguntar al cocinero y me dicen que no tienen humo para una paella por 3! . Bueno, comeremos pescado que siempre ha sido muy bueno, porque cuando lleguemos a la mesa el camarero que toma las órdenes toma nuestra bebida casi antes de sentarnos, y luego se olvida de nosotros por unos 40 minutos, aunque lo llamé dos veces y me dijo que estaba de acuerdo con su cabeza, bueno, otro de los chicos, viendo que no nos prestaron atención, se acercó y se disculpó. Inmediatamente después, el hombre iluminado llegó y, disculpando, tomó nota de nuestro orden. Pedimos un fry de verano que si se lo doy a mi gato me rasca. Una parte se quemó y otra fue cruda, que es difícil, y las anchoas de Vitoria, que eran de buen tipo, estaban crudas en el interior y se quemaron en el exterior y llenas de comida frita quemada pegada a ellos y no es como si estuvieran llenas, noooo, había 8 mesas y hay 3 camareros, es decir, el grado de estrés es -3. A su favor diré que cuando he transferido mis quejas al gerente (el hombre que toma las órdenes, carga y sirve las mesas sin dudarlo, tomó las anchoas y frió la comida de mi cuenta. El tomate con Melba es otra cosa que debe mejorarse ya que se sirve a Melba triturado, no en una pieza en el medio del plato y conseguir la vida para comerlo de lo que teníamos que herir el Melba y cortar los tomates. La pena de todo es que hemos venido a este bar de playa cada año durante unos 9 años y hemos visto la disminución del servicio y la calidad de lo que se sirve a los clientes. Lo siento por estas palabras pero son las mismas que he transmitido al personal cara a cara y creo que no volveremos aquí. Espero y deseo que esto sirva para que quien tenga que poner orden lo ponga o sea la muerte de una crónica anunciada. Descansa en paz. Alimentación: 2 Servicio: 1 Atmósfera: 4"
