"Disfrutamos de una de las mejores comidas que hemos probado en esta joya escondida de restaurante escondido en la sencilla ciudad de Berriz. Puede que las hordas de gastronautas estén clamando hacia los cerros de Axpe y les animo a que lo hagan mientras saboreo relajadamente la clásica comida “jatetxea” en Pedro Juan. Este bistró gira en torno a acoger a sus clientes como una familia y su personal sumamente profesional nos recibió calurosamente. Comenzamos con una ensalada memorable pero sencilla cubierta con “hongos” locales, seguida de “almejas” ridículamente frescas nadando en una salsa clásica de aceite de oliva, ajo y pimiento rojo. Como no podíamos decidir entre el pescado “rodaballo” y su (in)famosa “txuleta”, nuestra receptiva camarera expresó una señal de estar impresionada cuando pedimos ambos platos. No hubo arrepentimiento alguno, ya que ambos eran magníficos: la frescura del pescado local brillaba en una emulsión clásica de “pil pil” vasco y la txuleta a la brasa estaba magistralmente ejecutada. Ahumado, bien braseado y perfectamente condimentado: este plato principal inolvidable es imprescindible. Concluyo esta genuina reseña apreciando la variedad tanto del postre (optamos por el brillante pastel de mousse de chocolate) como de la carta de vinos (cosechas locales, incluido el txakoli), ya que complementan perfectamente la oferta del menú de jatetxea. Bravo, Pedro Juan: sin duda volveremos."
