"El mejor lugar para comer en una cala helada. El mojado rojo era excelente, acompañado de las arrugas y prácticamente cualquier cosa que le agregues. Clásico y casero. La ración de pulpo, puntillita y queso frito con mermelada era bastante aceptable y no muy pequeña. Los camarones, por otro lado, estaban en su punto. El servicio fue destacado, con gente muy atenta y amable. Al final, tienen un detalle que suele ser una invitación a una crema de ordeño o a un ron de miel, ¡que estaban deliciosos! Sin duda, es un lugar al que volveré. Se come bien por 15-20€ por persona."