"Lo negativo fue que llegamos a las tres menos cuarto, teníamos reserva a las 3, y había una mesa libre, pero nos dijeron que teníamos que esperar porque no era la nuestra. Esperamos pacientemente 40 minutos y, al final, nos sentaron en esa misma mesa. Íbamos en familia, con cuatro niños y una abuela nonagenaria. Creo que la atención no fue la adecuada, ya que al llegar faltaban muchas mesas grandes por ocupar. Si nos hubieran sentado desde el principio en esa mesa, habríamos comido mucho antes, ya que pedimos la comida sobre las cuatro menos cuarto. Sin embargo, luego no tardaron mucho en servirnos, pero ya era un poco tarde."