"Mala experiencia. Somos vecinos del barrio y no es la primera vez que vamos, aunque jamás había ocurrido algo como lo de hoy. Mi hermano y su pareja llegaron unos cuarenta minutos antes que nosotros y pidieron dos hamburguesas, y a nuestro arribo, aún no les habían servido. Mi pareja y yo pedimos dos platos, que nos sirvieron al cuarto de hora, dándonos tiempo para consumir antes de que las hamburguesas llegaran a ellos. Preguntamos por las hamburguesas y nos dijeron que estaban a punto de salir. Pasaron otros diez minutos y al preguntar de nuevo, uno de los camareros comentó que acababan de entrar a la plancha. Al cuestionarles por la tardanza, la cocinera, de malas formas, se giró y nos dijo: "si quieres, puedes entrar tú a hacerla". Obviamente, nos levantamos, pagamos lo que habíamos consumido y nos fuimos. Al expresarles nuestra queja, comentando que también trabajamos en hostelería y que no son maneras de tratar a un cliente, nos reprocharon falta de empatía, diciendo que no deberíamos hablarle así a una embarazada (como si eso tuviera algo que ver, ya que ni siquiera lo sabíamos) y preguntaron qué nos creíamos. Al irnos, los mismos camareros, que fueron muy amables y atentos, se disculparon por lo sucedido y por la actitud de la cocinera. En nuestras visitas anteriores, nunca había ocurrido algo así; entendemos que esto no es culpa del restaurante, sino de la empleada."
