"Si hubiera media estrella, seguramente se la daría. Fuimos una noche en un fin de semana y resultó ser, con pequeños matices para mejorar, una agradable sorpresa. tiene que decir que su ubicación es una rara mezcla de pasaje y paso oculto por estar en un hueco y oculto" porque está fuera del habitual gastro-circuito de los comestibles y resultado de esto es un ambiente íntimo y cercano, quizás demasiado cerca. un punto a destacar es la energía contrastada del personal al comunicarse con el público, algunos son muy efervescentes mientras que otros pueden ser torpes en el momento de marcar la tabla o cambiar el libreto/servidor. Usted puede tomar muchas libertades cuando usted pide ciertas cosas a los clientes, pero cada uno es como es y usted está más agradecido por la naturalidad que un servicio frío, ¿verdad? la relación precio-valor es un poco de un comentario, pero allí vamos: en mi caso, tomé platos, un sashimi que parece anacrónico en su receta clásica, atún que estaba adiós, de una manera personal creo en las fechas y disponibilidad del producto. el atún era muy bueno y su vestido y su tosta, te recomiendo si no te importa el dinero. el segundo plato para probar era un bacalao para el pil-pil un consejo a favor era el detalle de poner dos lomitos en diferentes platos. la pil-pil estaba bien probada, de hecho empaqué el plato pero no se montaba con la textura adecuada de la pil-pil y su piel le habría dado las gracias más marcadas para generar un contraste entre esas lascas y una crujiente, la guarnición era algunos más paddos. de tercero y acompañado de dos tazas de un envejecimiento muy decente vinieron unos pocos chuletas de cordero encadenados con una ensalada verde y patatas / pimientos, muy salados todo en su conjunto y que vinimos a comer platos criados en sal. el punto de los cachorros habría sido muy agradecido, pero es algo que no suele ser puntual dado el nivel de grasa del cordero y está sobre-entendido. Ahora, el lugar está dividido en un bar y salón junto a la cocina que está abierta y el baño que es joto delante, es curioso ver pero sólo escucha las conversaciones entre bar y cocina. El baño tiene una nevera en la primera parte y el comedor en el fondo también está con un par de cámaras que pueden darle la sensación de que usted está comiendo en un trastero, si las botellas que tiene muestran que deben ser un poco más pulidas para mí goteo. Te dan más pan sin aviso que te cobrarán por ello, entiendes que el precio de la carta ya incluye pan pero no. En el salón no había música y podías escuchar de qué hablaba la otra mesa. La curiosidad salió en el, entiendo que la parte del bar tiene adeptos y también escuché una historia sobre el prestigio del palo pero no creo que estén de acuerdo en ello. Comerás bien aquí, un buen producto, un trato sencillo. el precio es alto por lo que ofrece, volveré más tarde para ver si supera mi primera impresión."