"Todo comienza cuando al entrar nos damos cuenta de que los empleados no llevaban uniforme, lo cual es un detalle que demuestra la falta de profesionalidad y la escasa cooperación del lugar. Al acceder al local y aplicarme el gel higienizante de manos (de muy baja calidad, ya que se me quedaron las manos pegajosas), entré al baño y me encontré con que no había secador de manos ni papel. Cabe destacar que la botella de jabón de manos estaba casi completamente rellena de agua. De 13 comensales, solo 6 comieron, y de manera muy pobre, con una larga espera de más de dos horas y media. Además, a uno de los comensales le mancharon la ropa con grasa de la comida, la cual fue mal servida en pizarras de exhibición que parecían más adecuadas para sándwiches, papas fritas o hamburguesas (pero no para chuletones congelados y pequeños). No quiero hablar del precio, pero nos sentimos como si nos hubieran apuñalado varias veces y como si la policía se riera de nosotros. También es importante mencionar que el pan con alioli y la mesa se sirvieron de manera deficiente desde el principio. Si no saben servir eso, no se puede esperar mucho más de la comida."