"Comida bien presentada y buena, eso no cabe duda, con unos precios un poco elevados para el tamaño de las raciones.El problema está en uno de los camareros, que creo incluso que es el dueño del lugar, la mascarilla por debajo de la nariz y casi se le ve la boca, en estos tiempos que corren debería mínimamente ponérsela bien, y no acercarse tanto a los comensales, que incluso me tuve que encorvar porque lo tenía, literalmente, pegado.Y seguidamente, era la primera vez que íbamos, por lo que no nos conocían de nada, y este señor se ha tomado unas confianzas que no son agradables, para empezar haciéndonos comentarios de otra mesa donde habían extranjeros, refiriéndose a ellos con palabras homófobas (si lo hizo por hacer la gracia, ya le digo yo que no la tiene), y tratándonos de una manera confianzuda que rayaba el mal gusto.Una buena atención a veces te salva de volver, que no es este caso..."