"Fuimos siete a comer el viernes santo, habíamos reservado pero traspapelaron la reserva, aún así, solucionaron el asunto rápida y profesionalmente, nos compensaron amablemente con un plato de anchoas y boquerones exquisito. Platos presentados con maestría, abundantes en cantidad y con calidad; por 15€ no he comido así en ningún sitio. Los postres caseros, la torrija antológica. El servicio tanto por parte de la encargada como de los camareros, eficiente y con simpatía, a pesar de la gran cantidad de clientes. Y ubicado en pleno centro. Absolutamente recomendable."