"No deja de sorprender este magnífico restaurante en un pueblo de interior de la provincia de Malaga. Hemos asistido a un maridaje de nivel comparable a cualquier restaurante de alta cocina. Un parmentier de patata trufada, fino y delicado. Un salmón con tallarines de arroz al pesto en el punto perfecto. Un solomillo Wellington con todos los componentes adecuados e integrados. Todo acompañado con un Casa Primicia, un espumoso francés JP Chenet y un clásico de una de las bodegas más reconocidas de la Ribera del Duero, Finca Resalso de Emilio Moro. El postre es la esencia del chocolate aderezado con texturas. Una experiencia espectacular y sorprendente. Nada que envidiar a los restaurantes de reconocido nombre."