"Había mucha gente cuando fui con mi familia, y en algún momento percibí al personal un poco abrumado. La comida estaba bien, pero tampoco era del otro mundo. Por ejemplo, pedí una montaña cocinada dentro de un menú de unos 30€ y esperaba que me dejaran el tazón junto a mí (como es habitual en muchos restaurantes de cantabria), así que podría servir un poco más de arcilla, y aunque ese plato normalmente llena el estómago, con la pequeña cantidad que me echaron, no me satisfizo. En el segundo plato, que era un buen filete de carne roja, tuve que pedir un cuchillo de sierra, porque me habían puesto uno normal. Son detalles que no son serios, pero al final, que, junto con que tuve que pedir varias veces una botella de casera que no vino a servirme, y que los disparos del final no eran exactamente baratos, así que. la verdad es que sin más. Aparcamiento: tiene propio aparcamiento"