"Casa de comida que te retrotrae a los años 50-60. Es una casa que mantiene los muebles como eran donde la comida es casera casera. Tomamos sopa de ajo y patatas revolconas, y de segundos tostón cuchifrito, entrecot y albóndigas. Muy rico todo!! Como la otra vez que fuimos, es comida casera, de las de las abuelas. Flan de huevo de postre enorme (casero of course) muuuy bueno, así como la mesa de quesos que ponen y de la que te puedes servir a demanda. Salimos a 16€ x persona, muy bien de precio, eso si no es esperéis lujos y tratos refinados. Es lo que es, y en eso está su encanto."