"Después de leer tantos comentarios positivos sobre este restaurante, decidimos reservar para una de estas noches de verano y poder disfrutar de lo que se suponía un restaurante de calidad. Por desgracia no fue así. Nos decantamos por el menú gloval y preguntamos por un posible maridaje acorde al menú. No dan la opción de maridaje, nos decantamos por un Ossian Verdejo que estaba espectacular y que no acompañó a los platos. De todo el menú se salvó un entrante frío (ajoblanco disfrutado con la misma cuchara que el resto de entrantes) y el afamado taco de ropa vieja cubana. El resto del menú, siempre bajo nuestra opinión, un verdadero querer y no poder. Uniformidad en todos los sabores (tirando al salado), la croqueta de jamón como ejemplo (rellena de bechamel con jamón, loncha de jamón y polvo de jamón deshidratado).El servicio camareros) muy amable por la parte femenina, y muy poco profesional en la parte masculina. No entiendo como un restaurante que pretende dar una calidad pagándola € para dos personas), puede incluir en su servicio,copas de vino con el grabado de Mar de Frades (alucinante). En fin, acudimos encantados por probar la cocina de Pablo Castillo y salimos bastante defraudados. Las comparaciones son odiosas, pero por los precios que se barajan en este restaurante , hay muchísimas mejores opciones en la zona. Mi crítica es constructiva, con el único ánimo de que pueda mejorar una cocina y un servicio que podrían hacerlo. Hay que"
