"Hay que llevar un manual de instrucciones para seguir todas sus reglas. Si quieres una mesa en la terraza para tomar un aperitivo a las olvídate. No les interesa. Dicen que tienen todas las mesas reservadas para el turno de la cuando luego pude comprobar que no las utilizan hasta las (el camarero de ahorra el trabajo de atenderlas y así ya las tiene montadas desde las y a descansar). Luego le pides algo al camarero que te ha atendido dentro, y me cortan muy secamente, Noooooooo! Eso se lo tienes que pedir a Encarna! A mi las bebidas. Más adelante pasa el mismo camarero y le digo perdone dos veces, hace como si nada y sigue, luego viene y me dice, que quería? Y le digo, ah, pero me ha escuchado! En fin, no quiero ni que me hagan la pelota ni que me doren la pildora, pero que me atiendan bien, no como si les debiera dinero. Las estrellas son por la comida, que estaba buena, aunque no sé por que razón, mientras escribo esto todavía me está subiendo la acidez del arroz de marisco, y han pasado ya horas. La cerveza muy fresca y la ensaladilla de marisco muy buena también, aunque antes la hacían de cangrejo algo más rica y ahora meten más boca de Mar."