"Normalmente, o más bien, nosotros solemos ser clientes habituales para almorzar y disfrutar de algo de comida. Vamos a fiestas y cualquier bar o restaurante recibe más clientes de los que la cocina puede atender, pero hoy ha sido... Esta mañana pedimos algo para picar y nos dijeron que no reservan, bueno, está bien. Llegamos alrededor de la 1:20 p.m., nos sentamos y pedimos unas cervezas, y le dijimos a la camarera que íbamos a quedarnos a picar. A las 2:20 p.m. le preguntamos, ¿qué tienen? Y nos dice que solo tienen unas pocas patatas bravas, jamón y queso, bandidos, morro y rabo, y solamente macarrones y paella en plato. Bueno, pedimos eso y 2 platos de paella. Pues bien, un desastre, nos fuimos a las 3:15 p.m. pagando por los 2 platos de paella y sin más. Hablamos con el dueño y cuidado con la educación, estás en público. Incluso le echa parte de la culpa a la camarera. Al final, se sienta una mesa de unos 10 jóvenes mucho después de nosotros, pero como la hija de una de las camareras está allí, los atienden antes. En fin, es triste que esto pase en tu propia ciudad. No pude evitar contarlo (y lo que me quedo callado). Comida: 3 Servicio: 2 Ambiente: 3"