"Un trato vergonzoso. A las 2:35 p.m. del viernes, 1 de septiembre, entro y me dicen que no hay mesa libre y me votan con una niña de 1 año sin que ninguno de nosotros dos comiéramos. Con 2 mesas dentro comiendo y una afuera también comiendo, el restaurante todavía está 80% lleno. Supongo que es porque llevaba puesto mi traje de baño de la playa, si es así, que digan que no se puede entrar así y me cambio en el coche que estaba enfrente. No sé qué tal estará la comida, pero con un trato así, puede que esté buena, pero no me volverán a ver. Prefiero un trato de gente humilde. 1 hora después, esta es la foto. Mesas vacías. Como dije, un trato vergonzoso. Es mejor ser honesto y no tratar a tu clientela como a un perro o una simple manada. Después de tu respuesta, fue fácil decir que no podía entrar con pantalones cortos y yo cambié y ustedes parecían caballeros y no como personas arrogantes, como lo demuestran en su respuesta. Además, les dije, todo estaba lleno afuera también y me dijeron que sí, todo también estaba reservado, me sentí menospreciado. Sobre las mesas (adentro), siguen dando excusas, ustedes saben muy bien que no estaban llenas, estuve en la puerta por mucho tiempo buscando otro restaurante y nadie entraba allí. No importa, es su restaurante y tienen derecho de admisión, así como yo tengo el derecho de comentar mi experiencia. LO QUE MÁS ME MOLESTA ES PREJUZGAR a ciegas sobre si llevamos o no pantalones. Esta es la primera vez que me pasa algo así en un restaurante y si puedo evitar que le pase a alguien más, bienvenido sea."
