"Primera visita a Calahonda y dimos una vuelta por el pueblo y vimos este restaurante de hotel que se veía agradable y concurrido, así que teníamos grandes esperanzas. Fuimos recibidos inicialmente por un camarero muy amable que no podía hablar ni entender inglés, pero estaba muy dispuesto a ayudar, me recordaba a Manuel de Fawlty Towers. Nuestro pedido fue tomado por un camarero muy grosero que parecía ser el jefe de sala, después de lo cual mi comida apareció simplemente puesta frente a mí, sin sonrisa, sin contacto visual y sin comida para mi pareja. Esperamos 15 minutos y luego tuvimos que preguntar dónde estaba la otra comida para que llegara 5 minutos más tarde, casi cayendo en el regazo de mi pareja al ser lanzada a la mesa tan fuerte. En ningún momento nadie preguntó si nuestras comidas estaban satisfactorias o se ofrecieron más bebidas, ¡aunque nuestras copas llevaban vacías casi una hora! Nuestras comidas sólo fueron pasables, nada especial, y toda la experiencia fue muy decepcionante. No se nos preguntó si queríamos postre y tuvimos que esperar unos 30 minutos para llamar la atención del camarero para pagar la cuenta, que de igual forma arrojó sobre la mesa, la única vez que hizo contacto visual o dijo alguna palabra fue al recoger el dinero, probablemente esperando una propina que definitivamente no se merecía ni recibió. En resumen, una experiencia terrible para nuestra primera visita a lo que esperábamos ser un pueblo típicamente español y amigable, arruinado por un camarero español muy grosero que claramente no le gustaban los ingleses en su restaurante, ya que todos los otros clientes parecían ser españoles y estaban recibiendo un servicio mucho, mucho más cortés. Afortunadamente lo tomamos como experiencia y visitamos un hotel rival dos noches después con un servicio excelente."
