"Restaurante chino standar, nada del otro jueves, tardaron un poco en servir pero al menos los platos no venian fríos como recién sacados de tupper, se notaban que estaba todo recién hecho, había mucha gente, ideal para toda la familia, dan palillos chinos a los chiquillos. Notamos una fría puñalada en los helados de los niños que engordó la cuenta feamente, esos helados de Oreo debían haberlos hecho con médula espinal de unicornio para costar ese dineral, la verdad que los chavales elogiaron ese postre lácteo de los dioses."