"Fuimos a comer después de pasar el día en Pedro Bernardo, fue súper agradable, estábamos en la terraza que está junto al río y al lado de la piscina natural, la señora que nos atendió era amable y también estuvimos en la terraza con nuestros perros sin ningún problema. El interior es muy encantador. Te dan la opción de pedir medias raciones para los entrantes, así puedes probar un poco de todo. Optamos por los bolsillos de queso, las tartaletas de manzana y las croquetas de boletus. Las costillas estaban muy tiernas y la lubina también estaba muy tierna. Bueno, para terminar una tarta de calabaza..."