"A este bar con mis amigos decidí venir a comer, sin siquiera saber esa degustación así que los platos moriríamos de placer. Sabía bien que el aliste es una tierra de hongos, y cuando leí cromo de boleto en la carta, mis ojos no lo creían. crujiente en el exterior y sabroso en el interior, disfruté de cada mordedura de tal aplastamiento suculento. características de esta tierra son también los mollejas, y los que me pusieron en este restaurante son los que no uno en la licencia de plato. Cuando nuestro vientre estaba lleno, se me presentó la especialidad torrija de la casa. No puedo decir más, que este bar recomendaría, gracias a la cocina y camareros por una virguería"