"Increible este sitio que anteriormente fue una iglesia evangelica. Tiene un patio ideal para el verano, pero dentro las mesas son un poco pequeñas excepto la de la salida al patio que es ideal para 4-6 personas y poder hablar y reir tranquilamente. Cuando te cuentan que toda la comida la hacen con un microondas, termomix y horno no te lo puedes creer porque el resultado es impresionante. Hay que elegir dos raciones por comensal, donde no hay que perderse las gambas, las almejas, un nombre raro para un humos de berenjena, las anchoas/boquerones y acabar con la costilla de cerdo a baja temperatura. Tiene buenos vinos y buena cerveza, además de que ponen muy bien las copas con buena selección de ginebras que es su fuerte. Lo único criticable y bajo mi gusto es que ponen demasiada cebolla y en trozos demasiado grandes en los tartar, que mata un poco el sabor, por más que les pide que lo hagan pequeño o menos cantidad no hay manera, el cocinero a lo suyo; la próxima vez sin cebolla o no lo traen. La experiencia es magnífica, todo para compartir y opinar, y todo bueno."