"Buena sidrería vasca para comer y beber con entusiasmo. La sidra es muy buena y fresca. La bebida tiene buen sabor, aunque para mi gusto la gota podría haber estado un poco más elaborada. La atención de los camareros es buena, siempre atentos a que no falte sidra en las mesas. Fuimos un sábado y no había mucha gente, lo que me pareció agradable, aunque con tanto ajetreo es difícil mantener una conversación con la mesa de al lado. Por mi parte, todo genial. El precio no parecía muy alto, alrededor de 45 € por persona más o menos. Volveremos."