"Servicio adecuado, comida muy básica, con una relación calidad-precio bajísima y cantidades muy justas. Quizás, al ser nuestra primera vez, no elegimos lo que debíamos en este restaurante. Pedimos alcachofas de entrante (3, medianas-pequeñas y las sirvieron con las puntas quemadas y negras). Luego, 2 tartares de salmón, con demasiada cebolla morada; sabía a todo menos a salmón. También pedimos 2 postres: 1 tarta San Marcos (ración muy escasa que creemos que era industrial) y 1 tarta casera de bizcocho y chocolate (muy sencilla, pero a 6€ cada una, que es un precio para postres más elaborados, en nuestra opinión). Además, 2 cafés (2,5€ cada uno) y el cubierto 2€ por persona. Lo mejor fue el personal, el agua Solán (3,5€) y el plato del niño; un par de huevos fritos con jamón y patatas fritas (12€, que es más o menos razonable en cualquier lugar). En total, la comida costó 68€ y los añadidos 26€, haciendo un total de 94€."