"Hacía algún tiempo que no veníamos a cenar a este magnífico restaurante y salimos igual de encantados que el resto de las veces que fuimos.El restaurante estaba con ambiente, pero sin haber demasiado bullicio. Mesas lo suficientemente separadas para no estar cenando con el de la mesa de al lado pegado. Nos decidimos por una cecina, que nos acompañaron de un aceite de oliva (para que nos echáramos nosotros), estaba exquisita. Buenísima de sabor, en su justa medida de madurez... y con el aceite por encima y ese pan tan rico, para repetir.De primero pedimos: Carrilleras; Plato abundante, con unas patatas fritas de acompañamiento. La carne estaba espectacular, se deshacía en la boca y el sabor era muy, muy rico.Bacalao al ajoarriero; Si os gusta este pescado, aquí no falláis. Como ya he puesto en otra opinión, está impresionante. Dos buenas tajadas en su justa medida de sal (ni en exceso, ni en defecto), las lascas del bacalao se notan, está algo gelatinoso (esto que lo notas en los labios), la salsa es de las mejores que nunca he probado (ya que no está ni demasiado aceitosa, ni demasiado pimentón, todo en su justa medida), al bacalao le acompaña un huevo.De postre, un flan de queso. No soy de comer mucho dulce y os aseguro que este era para comerse unos cuantos seguidos. No empalaga nada de nada. Muy, muy suave y con una textura impresionante. Buff!! porque estaba llenísima, sino hubiera pedido otro.Una botella de Lagrimas de Vitalís rosado muy fría (aparte nos trajo un enfriador para que no se calentara).El dueño muy agradable y pendiente de todo. Un lugar para recomendar si quieres comer o como en este caso cenar bien.El precio, muy adecuado a lo que comimos. Fueron 62,50€Para repetir."