"No muy lejos de la carretera que atraviesa el pueblo, este establecimiento, de colores completamente locales, simple ciertamente, pero acogedor, recuerda un poco a nuestros restaurantes a lo largo de la carretera nacional. Sin complicaciones. Aquí, somos bien atendidos, rápidamente pero con una sonrisa. Los platos están bien presentados, y las cantidades son adecuadas, lo que significa que el chef sabe lo que hace. Los menús varían cada día dependiendo de la disponibilidad de productos y los precios son muy razonables. Una agradable parada en la ruta del vino del Empordà."