"Un gran grupo de nosotros tuvimos una función privada en el salón de eventos (junto al restaurante propiamente dicho, decorado con memorabilia de la Guardia Civil), ¡y la comida no solo era abundante, sino absolutamente divina! Desde las gambas para empezar, la ensalada de atún, el jamón, las quisquillas... pasando por las botellas de vino de 1.5 litros y un montón de cervezas... hasta los platos principales donde tanto las opciones de pescado como de carne estaban brillantemente cocinadas (la cola de toro prácticamente se caía del hueso) y presentadas, ¡todo era exquisito! ¡También el servicio fue absolutamente estupendo, y no puedo criticar en lo más mínimo al personal. También hay una zona cubierta afuera, pero ten en cuenta que los perros no son bienvenidos."