"Miren, no me voy a molestar en regresar si paso por la puerta y veo a esta gente en el servicio, no tenéis tacto ni resolución para dar servicio en tiempo prudencial. Acudimos un jueves al medio día para comer. Cómo llevábamos un perrito, íbamos directamente a la terraza (echo que sabíamos y remarcamos al indicar si podíamos sentarnos en una de la mesas que estaban libres fuera), pero el camarero nos indicó con mal gesto que con el perro no podíamos estar, solo fuera... Era evidente caballero. Tardaron algo más de 20 minutos en tomarnos las bebidas y la comida. Pedimos el menú, el cual seguro tienen parcialmente preparado, y entre los entrantes y los primeros esperamos media hora. Tras pedir los postres, indiqué que me trajeran también la cuenta, debido a la hora y media que llevábamos allí. Pero no contentos con hacernos esperar tanto, la cuenta la traen de inmediato y le indico que la pago mediante la aplicación, para no tener que esperar... Aún no me han traído los postres cuando vuelve la camarera para decirme que no he pagado aún, porque le sale la mesa abierta. Le indico que tan pronto como me traigan el postre, abonaré la comida, pero no antes. Y de forma un poco impertinente me insiste en que he dicho que voy a pagar por la app y no lo he hecho aún... Aún pretenderá la señorita Judit que pague antes de terminar de comer para no traerme así los postres por cerrar la mesa..."