"Estuvimos en la terraza esperando a que nos atendiese el camarero en la terraza, como no venía, fuimos a pedir a la barra, y le comentamos que estabamos en la terraza, que sinos atendía, el comentario fue con tanto jaleo, no atendemos en terraza , hasta ahí te lo puedes creer. Pero a los dos minutos vienen dos mesas de chicas jóvenes, y sale y les atiende, y les saca tapa (ya se que no está obligado a darla, pero queda un poco mal a unos sí y a otros no). Viendo el panoráma, había dos mesas mñas de personas de unos 50 años, que indignados se fueron, porque nos sentimos discriminados, ya que unas mesas estaban siendo antendidas y otras no. Para rematar la faena, de no atendernos en la terraza, y ni si quiera ponernos unas pipas, va y nos cobra lo mismo que en terraza. Vivo allí, y ya se un sitio donde no volver."