"Tengo que decir que es otro de los pocos restaurantes que voy a ir a cada vez que pueda o que pase por Santander. Todo muy bueno, destacaría el singlemillo con salsa de whisky, la lubina (especialmente sus verduras) y el resto de los platos, sin desmembrar ninguno. Pero... siempre hay un pero. Y esa es la familia que gobierna el restaurante y la camarera. Lo siento, no se han creado platos a nivel de personal de este establecimiento, no puedes ser más amistoso, amistoso, transparente y maravilloso. Gracias, de verdad, nos vemos pronto."