"Fui hoy con un amigo. Pedimos Mohamara y le faltaban muchos ingredientes. El sabor era muy pobre. Luego pedimos 2 sándwiches de Falafel y el pedido llegó tarde y extremadamente caliente. Estaban envueltos en papel de aluminio y el pan se pegó tanto que no podíamos ni darle un mordisco. Añadieron cebolla cocida en los sándwiches, lo cual normalmente es imposible en un sándwich de falafel. Pedimos que fueran picantes, pero nos llegó sin nada de picante. Pagamos 20 euros, que son casi 25 dólares, pero no valió la pena. Los precios no son baratos. El camarero fue extremadamente amable y servicial, pero la comida fue muy deficiente. Mi nacionalidad de origen es palestina y he estado en muchos países donde sirven comida palestina, así que sé cómo debe hacerse. Tengo experiencia en sabores y comidas de todo el mundo, pero, desafortunadamente, fue una mala experiencia en Belen. Nunca más."