"Pedimos unos chipirones 14€, al tomarnos nota nos dicen si prefieren que nos los preparen a la cazuela, decimos que de acuerdo, el plato de los chipirones era ridículo de pequeño que era, nos cobraron 31€, el plato más caro. La comida había sido excelente, pero que te den gato por liebre te atraganta hasta el café. Era la segunda vez que iba y llevé a unos amigos, uno de ellos vive al lado y no lo conocía, tenía idea de convertirlo en habitual por la cercanía, evidentemente se le quitaron las ganas."