"Llegamos media hora tarde, pues veníamos del teatro y se alargó. Aún así, había mesas fuera y mesas dentro, y llegamos a una hora prudencial para cenar (10.40 horas). La chica que nos atendió de lo peor. Nos echó en cara con muy poco tacto nuestra tardanza, y nos hizo esperar mientras ella se pensaba en ofrecernos muestra mesa o no, la cual estaba montada y, me vuelvo a repetir, no había nadie más esperando. La comida estaba bien, los demás camareros educados y atentos, pero por culpa de esta señora dudamos volver y, por supuesto, en nuestra opinión, no recomendaremos a nadie este restaurante. Una pena."