"Es como una máquina bien engrasada; todo funciona a la perfección: el servicio, la cocina, el comedor. Es una fórmula ganadora, como si hubieran desarrollado un modelo de negocio cuidadosamente estudiado para que el restaurante prospere, y su popularidad y reputación en línea lo respaldan. Al frente, un verdadero experto, Angelo, sabe exactamente cómo manejar la situación y atender a los clientes. En nuestra primera visita, disfrutamos de unas exquisitas almejas marinas, acompañadas de una salsa muy sabrosa y en abundante cantidad. El segundo plato fue un salmón supremo con caviar y mostaza; el pescado estaba delicioso y la salsa no tiene desperdicio. Fantástico. Quizás los postres son un poco limitados y algo caros, pero en todo lo demás, insisto, es un modelo ganador y lo recomiendo si estás en la zona. Por cierto, son típicos los llamados pasteles y carpaccios. En cuanto al precio, esperaba que fuera más caro, pero no fue así. ¡Otro gran mérito de este lugar!"