"A mi pareja la encantan la paella y su socarrat, razón por la que nos decidimos a probar este sitio en nuestro paso por Granada. El local está limpio, bien decorado y con una temperatura adecuada (incluso nos preguntaron si este último aspecto era correcto o cambiaban algo). Los camareros nos atendieron con muchísima amabilidad (razón por la que la puntuación es un 4). En cuanto a la comida, te ponen pan recién horneado (riquísimo) y un aperitivo (que te cobran) de ensaladilla (que está normal). Para aprovechar sus acabados a la leña y sus especialidades, pedimos solomillo de vaca (el punto estaba estupendo y el sabor también, tal vez de cantidad se quedaba un poco escaso) y arroz a banda. El punto del arroz era magnífico y sí es cierto que tenía algo de socarrat, pero nos resultó un poco insulso, que no malo, de hecho, nos lo comimos entero. Lo que no nos comimos casi nada fueron los calamares, gambas y demás del arroz, que sabían a congelados y, como se puede apreciar en las fotos, no estaban integrados con el arroz, sino meramente superpuestos. Y algo que personalmente no nos gusta nada de un buen restaurante es que en vez de agua mineral te pongan agua filtrada, que encima te cobran como agua mineral en la cuenta. En definitiva, la buena puntuación va dirigida a la buena atención y educación de los camareros, el sabor del solomillo y el punto del arroz. Pero de haber sido por lo demás, le habríamos puesto menos."