"Después de un largo sábado caminando por la ciudad, buscamos un restaurante para almorzar muy tarde. Todos estaban a punto de cerrar y ya no aceptaban clientes, llegamos a Karan 10 minutos antes del cierre esperando un no, pero en cambio fuimos recibidos por un personal muy acogedor y, lo más importante, por un miembro que habla inglés (así que no tuve que usar mi terrible Portunhol, una mezcla lamentable entre portugués y español) lo cual es muy difícil de encontrar en Gijón. Todos intentaron acomodarnos ofreciéndonos algunas opciones de asientos ya que teníamos un cochecito y un bebé de 1 año, e incluso los miembros que no hablaban inglés intentaron comunicarse con nosotros, lo que nos hizo sentir aún más bienvenidos. ¡Las hamburguesas eran increíbles! Con pan casero y carne de origen local (lo cual valoramos). El precio estaba un poco por encima del promedio, ¡pero definitivamente valió la pena!"