"El sitio es muy bonito, con muchísimos detalles encantadores, y muy agradable para visitar con niños. Los cafés son de calidad (D'origen) y las tartas están deliciosas (probamos la de chocolate blanco con Oreo). También tienen un apartado en la carta con cositas saladas. El local posee un espacio para los niños que cuesta 3 euros la hora dejarlo allí, y nos comentó una de las camareras que entre semana se hacían talleres. Todo positivo, lo único que destaco como algo negativo es que tardaron bastante para traer el macchiato y una de las consumisiones saladas, lo demás un 10."