"Pasamos a tomar algo de tardeo y nos pusieron en una mesa que estaba metida en una especie de cueva de cristal, como bajo unas escaleras, que era imposible estar sentado bien, tenías que estar agachado, no entiendo cómo ese sitio es hábil para comensales. Pedí un martini blanco y me trajeron bermú blanco de otra marca que no era martini. No me parece mal, pero deberían avisar que no es martini, pues hubiera pedido otra cosa."