"Reservé en este restaurante para la Comunión de mi hija, principalmente porque me gustaban las instalaciones (tenía parte de carpa y parte de terraza para disfrutar según el tiempo) y por las actividades que podían hacer los niños (al aire libre o techados si llovía). La sorpresa fue que el menú estaba muy rico, y a muy buen precio para ser una Comunión. 45 euros para los adultos, 20 los niños. Compartíamos carpa con otra comunión, pero estábamos separados por tules, con espacio de sobra, intimidad y cada uno tenía su terraza privada. Un lugar súper tranquilo y como si estuviéramos en casa. Es cierto que tuvimos que levantarnos en alguna ocasión para pedir que nos trajeran bebida, porque se había acabado, pero el servicio fue muy rápido para lo que suele pasar en un restaurante cuando celebras un banquete de este tipo. El tener luego una terraza privada, con la tranquilidad que da esa zona, para tomarte unas cervezas o unas copas mientras que los niños juegan, es muy agradable. Obviamente no es un restaurante de lujo ni es apto para quien quiera algo muy protocolario o con mucha pompa. Pero para quien quiera celebrar un día especial, en familia y amigos, sin pretensiones, y sobre todo para que se lo pasen bien los niños con las muchas actividades que puedes contratar... está más que bien."