"pequeño pero muy acogedor restaurante, decorado con mucha gota, con detalles diarios antiguos y un jardín encantador. la excelente cocina, impresionante el intestino grueso que nos sirvió con una piedra separada en caso de que lo quisiéramos más hecho como es mi caso y no digamos los filetes .... placer de los dioses como las croquetas, la berenjena con miel y como no el coulante, todo riquísimo y servido con gracia y personalidad."