"Lugar con buenos bocadillos para desayunar, pero que queda ensombrecido con la actitud y servicio DEPLORABLE de la señora rubia que atiende por las mañanas: te tira literalmente los platos en la mesa, habla con despotismo, mira con desprecio, si es que te mira a la cara cuando estás haciendo el pedido... Nada que ver con el magnífico servicio que ofrece el señor"