"Probamos el menú mediodía. Hay variedad donde elegir, pero las raciones no son muy grandes, yo me quedé con hambre. Tienen poca opción para gente celíaca. La entraña estaba espectacular. Los postres una pena que no fueran caseros, la tarta de queso era muy industrial. El servicio muy agradable y atento, aunque cuando llegamos no teníamos reserva nos esperamos un poco y nos pusieron en unas mesas altas con taburetes, y habían mesas vacías a lo largo del restaurante, que si bien tenían el cartel de reservado no fueron ocupadas, ni cuando nos fuimos a las 15:30h."