"Uno de esos bares atípico. Anacrónico, con historia y clientela fija. He estado mucho tiempo intentando ir y me lo encontraba cerrado. Ayer, por fin, sábado noche (sobre las 8:45) me la encontré abierto y no me lo pensé. No recordaba sus especialidades pero vi todas las mesas reservadas y las que estaban ocupadas con un plato de jamón y queso, así que eso pedimos. El jamón está cortado casi como a tacos, a mí me gusta, pero hay que tenerlo en cuenta. Luego vimos la longaniza frita y la morcilla y tenía muy buena pinta. Recordé las ensaladas y lo bocadillos de tortilla, todo muy sencillo pero rico y recién hecho. El local es antiguo, muy de cuéntame (incluidos los baños), pero nada que no hayas visto si superas el medio siglo.... Muy, muy recomendable. Tienes que ir."