"Estabamos de visita por Cartagena, y no sabíamos donde comer, preguntamos en la calle a unos señores y nos lo recomendaron. Nada más preguntar a una camarera nos sentó, pero estuvimos 1 hora para comer dos tapas, estuvimos a punto de coger y marchar, luego en la terraza había muchisimo barullo de gente y voces, no fue muy cómodo comer allí. Haciendo honor a su nombre, ¡¡¡salimos de allí fritos de tanta espera!!! Una tapa de sardinas fritas y otra de calamares fritos 2 aguas y un bote de Fanta una tarrina de arroz leche 32,30€"