"Hace unos meses hicieron un cambio en casi todo: carta, servicio y comida. Han actualizado y reducido la carta, pero la comida a mejorado en calidad. Desgraciadamente el local sigue igual (cosa que para mí tiene su encanto por los recuerdos que me trae) pero es algo deprimente y oscuro. Aún así es un sitio que se mantiene abierto gracias a sus pedidos a domicilio, que es un no parar. Para gustos colores, para mí antes era muy buen chino (con sus platos aceitosos y caseros) y ahora tras el cambio es más restaurante chino mas comercial, menos aceitoso, etc."