"Todo perfecto. Los trabajadores fueron muy muy simpáticos y la comida estaba buenísima. Increíble relación calidad precio, ya tenemos nuevo italiano favorito. Mención a parte merece la mesa de al lado. Tras que los camareros les avisaran unas 3058 veces que tenían que dejar la mesa porque había pasado el tiempo y estaba ya la siguiente reserva, se resistían a levantarse. Tras el último aviso, lo hicieron de malas maneras, preguntando al trabajador que dónde venía lo del tiempo límite de reserva y, entre ellos, amenazando con poner una mala reseña. Así que ni caso, eran unos m4leducad0s, que se creen que para ir a un restaurante sólo se necesita dinero, y no saber estar."